domingo, 30 de agosto de 2009

Ajena oquedad

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"... o tal vez fue ella la que sintió sus ganas de profundidad antes de que yo sintiera las mías, y las provocó en mí, haciendo de mi cuerpo un espejo perfecto del suyo ... antes de que mi mano hubiera pensado siquiera en llegar hasta allí y menos aún en entrar en un recinto donde nunca creyó que entraría. Ajena oquedad ... toda yo ardí al momento, arrasada por la bocanada de amor de un dragón enamorado, cuando su mano agarró la mía y la condujo sin dudas al mullido lecho de todos los sueños, a la caverna entre sus acantilados, la gruta que se inunda, salada, cuando nada, ni la luna siquiera, puede contener los flujos de las mareas..." (La vendedora de tornillos o el tratado de las almas impuras, de Pilar Bellver).

sábado, 29 de agosto de 2009

Desenchufando

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Para algunos no pensar (o lo que es lo mismo, no comerse la cabeza) es casi como no vivir. Pero como eso se me da tan bien y me va tan mal haciéndolo, llevo días, incluso semanas, decidiendo vivir de otra manera, sin tanta cabeza, que la tengo tan gorda de dar vueltas que voy a perder el equilibrio y me voy a caer (otra vez).

Para "desenchufarla" intento hacer cosas que se hagan sin tener que pensarlas casi. La cosa para desenchufar de hoy es esta: una paella, y el mérito es de ovejanegra, que es quien me dio la receta. Parecía tan difícil como un experimento de laboratorio, pero ha resultado fácil y sencillo, lo justo para que se pueda comer y, luego, me voy a poner mi traje de astronauta y me voy a ir a currar, porque, sí, tengo la mala suerte de tener que currar hoy, sábado y, peor, por la tarde. Lo bueno es que en mi trabajo tampoco tengo que pensar, o lo malo, porque si se me mete un sms mental alienígena me puedo comer la cabeza, así que me adelantaré pensando en las vacaciones de este verano (o en el próximo ensayo de marujeo -con el permiso de todas las maris del mundo-)

viernes, 28 de agosto de 2009

me quedan 20 euros

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... y son estos. El jefe de mi jefe me debe 100 de unas horas extras que hice, pero no vuelve hasta septiembre y como no los tengo en la mano pues no los tengo aunque son MIOS(¡seguro que él cobra 3000 al mes! grrrr y yo a dos velas), así que tengo que pasar estos 3 días (hasta que cobre) con 20 eurillos. Me da para un par de happy meal de macdonals y una sarten de huevos rotos en "cazuelitas" (apodo de un lugar recientemente descubierto donde una cocinera con aspecto de madre rellenita hace unas cosas buenisimas) y ya o un bollo preñao en el mercado medieval de Navalcarnero el domingo. Bueno, haré lo que pueda y los estiraré como un chicle.

miércoles, 26 de agosto de 2009

A ovejanegra


... me gusta coger tu mano
y saber que estás;
me gusta verte,
me miras,
sonríes
y yo me emociono,
me siento bien.
Me dices "me gustas",
y haces tu vida un poquito mía,
y te cuido,
tú vales mucho
y te lo digo como puedo,
a veces me repito,
pero soy sincera cada vez.
Me gusta coger tu mano
y que cojas tú la mía.

domingo, 16 de agosto de 2009

Lo que se quiere a los coches

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Mi primer coche fue un hyundai atos. Lo compré de quinta o sexta mano, con la chapa tal como se ve en la foto. Me costó cuatro perras, nunca lo arreglé y, lo que es mejor, nunca me dio problemas. Tan pequeño que era perfecto para aparcar, silencioso (porque era de gasolina). Tenía un motor de juguete, con unos 40 caballos, por eso, las cuestas las tenía que subir en segunda, no daba para más. Reconozco que lo lavé como 2 veces en todo el tiempo que lo tuve, jejeje... Lo vendí el año pasado a alguien que vivía en Torrevieja. Y pasó a ser un recuerdo más.

Hace un mes fui a ver a mis padres, que viven en Torrevieja y, ¡lo ví!, increíble: ahí estaba, aparcado en una esquina, con menos trastos dentro, pero casi tan sucio como cuando era mío... ¡me hizo tanta ilusión...!, así estaba, creo que no le dí un beso, pero sí lo abracé.






















Mi coche de ahora es un citroen c3, y también me gusta mucho. Y este también lo tengo abollado (esta vez he sido yo). Un árbol salió de la nada y se puso en mi camino mientras daba marcha atrás, juro que no había árbol cuando empecé la maniobra. Lo peor es que ese día era domingo y nos íbamos de vacaciones el lunes, la ventanilla se quedó abajo y no subía, no se cerraba con llave la puerta, el cierre centralizado se abría en marcha... era un lío. Finalmente conseguí que la puerta cerrara. Pero el abollón sigue ahí, me duele cuando lo veo.


Y me pregunto por qué duele tanto el coche, ¿o sólo me duele a mí?, duele cada rayajo, cada caca de pájaro, cada gota de lluvia que cae (¿para qué lavarlo si ese día va y llueve?) y como te duele, vas y lo pones a todo riesgo, dejándote un riñón cada año en pagar el seguro coche. Pero el año que viene lo pongo a terceros, prometido (¿y si me crece otro árbol y me lo trago...?,)


Abriendo la puerta




He abierto la puerta del blog; hasta ahora estaba cerrada y nadie podía verlo, sólo mi pareja. Me da un poco de vértigo, es algo nuevo y desconocido, como iniciar un viaje o una aventura y no sé qué va a pasar.

viernes, 14 de agosto de 2009

Menos el coco, más la piel

Hay caminos en la vida que no conducen a ninguna parte,







hay caminos que te conducen no sabes dónde, caminos que te conducen a casa, caminos que no pisas, caminos que ni imaginas. Pero, sea como sea la vida es como es y hace años me di cuenta que cada uno la vive como puede, muchas veces no como quiere, sino como puede, porque te presenta lo que ni te imaginas y no sabes qué hacer y haces lo que puedes.

Pero ahora yo sí sé que tengo que hacer: usar un poco menos el coco y un poquito más la piel.


jueves, 13 de agosto de 2009

Fui delgada...



Siempre he sido un palillo, hasta hace unas semanas mi peso eran... 43 kilos. Pero, por obra y gracia de algo que estoy tomando, tengo hambre todo el día y no puedo dejar de comer: coca cola, patatas fritas, ganchitos, fruta, croasanes, café... lo que sea, no puedo estar sin comer y, claro, así engordo como medio kilo cada día. Y a mi cuerpecillo de lagartijilla, le están saliendo unas cosas alrededor de la cintura (un flotador puro y duro) que nunca había visto en mí. Bueno, cuando ya no quepa en mi ropa me empezaré a preocupar.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Es esta o es otra?

¿No has tenido nunca la sensación de que tu vida no es esta sino otra? esta mañana era esa mi sensación, no reconocía lo que veía dentro de mi cabeza y de mi corazón; mis pensamientos, mis sentimientos, no parecían míos. Muchas horas más tarde y después de estar horrorizada todas esas horas, parece que he "despertado" y he recuperado mi cabeza y mi corazón.