jueves, 13 de agosto de 2009

Fui delgada...



Siempre he sido un palillo, hasta hace unas semanas mi peso eran... 43 kilos. Pero, por obra y gracia de algo que estoy tomando, tengo hambre todo el día y no puedo dejar de comer: coca cola, patatas fritas, ganchitos, fruta, croasanes, café... lo que sea, no puedo estar sin comer y, claro, así engordo como medio kilo cada día. Y a mi cuerpecillo de lagartijilla, le están saliendo unas cosas alrededor de la cintura (un flotador puro y duro) que nunca había visto en mí. Bueno, cuando ya no quepa en mi ropa me empezaré a preocupar.